jueves, 3 de octubre de 2013

Historias de la Vieja Castilla



Salvando la excepcional Crematorio, puede que lleve unos ocho o nueve años alejada de las series españolas. Si antes ya me atraían poco, desde que la tecnología y la afición me llevaron a las series en línea, no suelo acercarme al televisor salvo para algún rato muerto (y ocupado por docurrealities basura, por supuesto). Pero eso de organizar mi tiempo en función de las series en antena creo que no lo hago desde los primeros tiempos de Cuéntame.


En cualquier caso, no me duelen prendas por rectificar cuando me equivoco, y la verdad es que me alegro muchísimo de haber encontrado una serie española que, al menos por el momento, me convence.


La serie Isabel, después de algunos avatares que hacían creer que jamás vería la luz, se estrenó el año pasado y en estos momentos se está emitiendo su segunda temporada (los lunes a las 22:30 en La 1, aunque también está disponible en su totalidad en la web de Televisión Española). Y esta es la serie que me ha hecho reconciliarme con la ficción nacional. Qué queréis que os diga, no es que sea perfecta, pero enganchar, engancha.


Será por localizaciones... Aquí, Cáceres.
Podríamos empezar por lo negativo y destacar esos decorados de cartón-piedra (que, por cierto, van mejorando a lo largo de la temporada) o lo chusco de algunos efectos especiales, el hieratismo de ciertas actuaciones o la falta de verosimilitud de alguna trama, pero si somos capaces de pasar por alto ese tipo de detalles en ficciones extranjeras (en las que probablemente se inspira Isabel, como Los Tudor, Los Borgia o la fallida Los pilares de la tierra), ¿por qué no hacerlo con las nuestras? También es cierto que, como abulense, quizá no sea la persona más objetiva para juzgar una historia que me lleva por lugares tan familiares y queridos... Pero es que esta historia, en realidad, está muy bien contada.


Recién terminada la primera primera temporada (ya sabéis que a mí me gusta ir a mi ritmo), me fascina ver cómo han podido sacar tanto jugo y crear unos guiones coherentes a partir de una historia tan farragosa como la de Castilla en el siglo XV. Quizá lo único que sí le echaría en cara a la serie es que a veces le falta acción y le sobra exposición, pero entiendo que hay que explicar lo que sucede. Además, siempre es más fácil (y económico) rodar escenas de interior que coregrafiar luchas y, al fin y al cabo, el fuerte de la serie, al menos en esta primera temporada, son las intrigas palaciegas... Pero cada vez que sale el campo castellano o una torre recia, se me alegra el corazoncito...


¡Que no haya serie sin villano!
Por otro lado, me han sorprendido muy gratamente algunas actuaciones. Creo que Bárbara Lennie, que interpreta a la reina Juana de Avis, está fantástica, al igual que Pablo Derqui, que encarna al rey Enrique IV. Y la protagonista de la serie, Michelle Jenner, ha sabido hacer evolucionar a su personaje de una forma muy natural a lo largo de la temporada, pasando de ser una niña inocente y mojigata a convertirse en una verdadera reina, a lo Daenerys... De todas formas, sigo pensando que los actores españoles más jóvenes deberían mejorar su dicción y su manera de declamar, aunque parece que ese es un mal común en la actualidad...


Resumiendo, me parece una serie muy recomendable y cumple esa doble función de formación y entretenimiento que antaño se le asignaba a la televisión. Evidentemente, no es una clase de historia, pero si nos sirve para saber algo más sobre los Reyes Católicos que sus nombres o el año en que se descubrió América, bienvenido sea. Y si me quita los complejos a la hora de enfrentarme a la ficción nacional, pues mejor que mejor. Me han comentado que El tiempo entre costuras también promete. Ya estoy deseando hincarle el diente.

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